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jueves, 14 de enero de 2010

Porsche 917K Wyer-Gulf 24 Horas Daytona 1971

Porsche 917K Wyer-Gulf 24 Horas Daytona 1971


1971

EL EQUIPO JOHN WYER


La de John Wyer es una pequeña escuadra, considerándola proporcionalmente a los resultados que obtiene.
Aunque es una gran escuadra considerada como unidad de maniobra para la participación de la marca en carreras.
El John Wyer Automotive, finalmente es un equipo muy complejo. Que participa en carreras pero que también hace muchas otras cosas. Se recordará como nació de John Wyer, junto con otros, la primera máquina Ford de competición de los últimos años, aquella que evolucionó en la GT40 y que obtuvo tantas victorias.
También estuvo en el grupo que construyó el Mirage que tuvo sus momentos de gloria y remontándose un poco en el tiempo, lo encontramos a John Wyer como Jefe del Equipo Aston Martin que se mantuvo en primer plano en el ámbito de las competencias para máquinas sport.
Para 1971, Porsche continuaría y con mas empuje con la escudería, Wyer-Gulf la cual en conjunto contaba con excelentes mecánicos he igual organización.
Porsche calculo la participación de dos o tres coches 917k por carrera para la temporada de 1971, los planes inmediatos en cuanto a los pilotos. Serian los mismos que John Wyer había elegido: Siffert y Rodríguez confirmados. Derek Bell y Jackie Oliver en substitución de Redman y Kinnunen que se habían cambiado. La pareja Siffert-Bell y Rodríguez-Oliver seguirían funcionando tal cual lo hicieron en 1970.


24 Horas de Daytona 1971



Las 24 Horas de Daytona fue la segunda carrera del año en la que participarían los 917K luego de la carrera de los 1000 Km de Buenos Aires (Argentina) el 10 de enero, las 24 de Daytona se disputo el 31 de enero.
Los favoritismos en los pronósticos oscilaban entre los poderosos Porsche celestes del equipo de John Wyer, y Ferrari del equipo Sunoco, a cargo del norteamericano Mark Donohue y el inglés David Hobbs. Esta Ferrari particular, logró al final de la tarde del viernes el derecho a partir primero, en base a un tiempo que destrozó todas las marcas anteriores establecidas en ése circuito.
De entrada, se dio la guerra esperada. La Ferrari de Sunoco mostrando el camino desde el vamos, y Rodríguez y Siffert inmediatamente en su persecución.
Pero pasadas las diez primeras vueltas, sólo el mexicano seguía pegado a la cola de Donohue, mientras Siffert ya comenzaba a mirarlos un poco más de lejos.
Con tres horas de carrera, el 917 de Rodríguez-Oliver había pasado a la punta, perfectamente secundado por Siffert-Bell.Mientras Donohue-Hobbs sufrían el retraso de una larga parada por una prematura falla en el alternador, y ahora debían defenderse del Porsche 917 de Elford-Van Lennep (Martini Racing Team) que a pesar de correr con un motor de 4 litros y medio (contra los 5 litro de la Ferrari y los dos punteros) venía cumpliendo una brillante labor.
A las cinco horas de carrera, el motor del Porsche de Siffert-Bell literalmente explotó, postergando para otra oportunidad sus ambiciones de triunfar ó por lo menos secundar al auto puntero, que desde ése momento debía arreglárselas solo con sus lejanos pero siempre presentes perseguidores. Detrás de Rodríguez-Oliver se ubicaba, sin brillo pero con efectividad, la Ferrari 512S de Ronnie Bucknum-Tony Adamowicz.Alcanzada la primera mitad de la prueba - esto es a las tres de la madrugada- Rodríguez había acumulado la cifra de 25 vueltas de ventaja sobre el segundo, mientras la Ferrari 312P que conducía el argentino Néstor Jesús García Veiga en pareja con Luigi Chinetti, llegaba a colocarse tercera en una sobresaliente y sorprendente actuación.


En medio de la noche, el 917 del Martini piloteado por Vic Elford, reventó un neumático cuando circulaba a full en pleno peralte, en el anillo de velocidad perimetral, del lado este.
El consiguiente trompo lo mandó barranca abajo haciendo firuletes hacia el pasto y desparramando pedazos de auto en toda su trayectoria.
Mark Donohue que venía inmediatamente después pero algo alejado, aflojó el tren de marcha cuando vio encenderse las luces de precaución, pero detrás de él venía un Porsche 911 conducido por Charles Perry, quien no se dio cuenta del aviso y chocó a la Ferrari provocándole daños en la parte izquierda de la carrocería y suspensiones traseras.
En los Boxes de Sunoco tardaron una hora y media para devolver la 512 a la pista.
Allí parecía totalmente asegurado todo para Rodríguez, pero todavía faltarían algunas variaciones antes del banderazo final.
Al final de la noche, se largó una lluvia torrencial que obligó a todo el mundo a entrar a Boxes en procura de gomas adecuadas.


Para Rodríguez-Oliver -como para los Boxes de Wyer- la cosa comenzó a complicarse cuando el 917 entró a despedir misteriosas bocanadas de humo por el escape derecho.
La enorme ventaja que llevaban les permitió reducir el tren de carrera, pero al saberlo, las Ferrari de Bucknum y Donohue se lanzaron nuevamente como mastines en pos de la presa, con más bríos y esperanzas tratando de recuperar el tiempo perdido en los Boxes.
Más tarde el Porsche #2 volvió a tener problemas, ésta vez de transmisión, y estuvo mas de una hora parado.
Allí comenzaron a amontonarse las posiciones y cuando el 917 volvió a la pista la Ferrari de Bucknum había conseguido descontarle todas las vueltas perdidas y sumar dos a su favor con respecto al antes puntero.
Sin embargo Rodríguez -que manejó muchas horas más que el todavía poco práctico Jackie Oliver- volvió a la carga, y luego de andar durante el mediodía a un ritmo similar al del comienzo de la carrera, logró alcanzar a la 512S y dar vuelta el marcador nuevamente a su favor.
En tanto, Donohue, que había manejado también el doble que Hobbs, conseguía ponerse a diez vueltas de los punteros cuando se venía la tarde y con ella el final.



Las 24 Hs. de Daytona se decidieron tras angustioso final a favor del Porsche 917 de Rodríguez-Oliver, gracias a que el mexicano supo contener la carga de Bucknum y de Donohue que terminaron con sus Ferrari en ése orden en uno de los finales más reñidos del historial de la prueba.
Ferrari volvió a cumplir una buena actuación en manos de particulares. No fue a Daytona en forma oficial, manteniendo todavía el luto por la muerte de Ignazio Giunti.

No faltó por ahí quien dijera que esto es una buena excusa para il commendattore para no presentarse a perder contra los Porsche.
Evidentemente Porsche, por intermedio del equipo Gulf-Wyer y sus pilotos, cuenta con la mejor organización que se haya conocido jamás. Mientras todo anduvo bien, las diferencias con los demás fueron escandalosas; a la hora de arremangarse cuando las papas quemaban, el trabajo de Boxes fue un ejemplo de lo que se debe hacer -y de cómo debe hacérselo- demostrando que su gente tiene garra para no rendirse hasta que el auto no puede caminar un metro más. Y cuándo hubo que remontar la adversidad en la pista, Rodríguez volvió a confirmar que su larga hoja de triunfos no es producto de la casualidad ó la buena suerte, sino de un manejo agresivo y veloz, y por sobre todo, efectivo.
Las huestes de David Yorke volvieron a cumplir, a demostrar que son los auténticos, indiscutibles campeones de la categoría, y como recompensa se llevan nueve transpirados puntos más para el certamen de éste año.


Los ganadores Rodríguez-Oliver y su Porsche 917K escudería Gulf-Wyer:

Mi Modelo pertenece a la dupla de compañeros de Rodríguez-Oliver coche #2, el coche #1 de Siffert-Bell escudería Gulf-Wyer.
Joseph Siffert parado al lado de su 917K numero #1. Condujo acompañado por Derek Bell, lamentablemente el motor exploto dejando a un lado sus aspiraciones:

Fotos del Coche:


Rodríguez-Oliver coche #2, el coche #1 de Siffert-Bell escudería Gulf-Wyer:
Mi Modelo:
Coche: Porsche #1
Coche que participo de las 24 Horas de Daytona en 1971
Escudería: Gulf-Wyer Team
Piloto: Joseph Siffert - Derek Bell
Año: 1971
Fabricado por:
BRUMM
Escala 1/43
Fotos de mi Modelo: